“El camión de la mujer” pasó cinco días en nuestra ciudad realizando estudios ginecológicos a mujeres que nunca los hayan practicado o que no lo hayan hecho en un largo período. Profesionales y técnicos estuvieron abocados a realizar paps, colposcopías y mamografías con el fin de prevenir y/o detectar cáncer de mamas, cáncer de cuello de útero y demás enfermedades que aquejan a las mujeres.
La esquina de San Juan y Urquiza se presentaba como una extraña postal.
Desde lejos una enorme figura rompía la monotonía de siempre.
En la puerta de las instalaciones de LALCEC, Villa Constitución, se imponía el trailer de la compañía Phillips, equipado con tecnología necesaria para la detección de diversas enfermedades ginecológicas.
Café de por medio Graciela Balbuena secretaria y Maria Salina Presidenta nos comentaron de su compromiso y constante labor dentro de LALCEC local.
“La iniciativa de traer al camión de la mujer tiene que ver con sensibilizar en relación a las enfermedades ginecológicas y a la importancia de realizarse estudios periódicos” Comentó Maria.
Graciela refuerza la información comentándonos que en LALCEC se hacen paps todo el año y se contiene a aquellas mujeres que deben pasar por una cirugía o un tratamiento ginecológico y agrega: “De hecho muchas de las intervenciones quirúrgicas son costeadas con los fondos de esta institución”
La presencia del camión refresca la memoria a las mujeres de la ciudad en cuanto a su salud ginecológica. Maria nos comenta que “la convocatoria ha tenido gran éxito y que las mujeres están muy atentas y predispuestas a realizarse estos exámenes de manera periódica, pero cierto es que la ciudad no cuenta con equipos para realizar exámenes de estas características, al menos de manera gratuita”
Consultadas a cerca de los números de casos de cáncer ginecológicos contestaron que no cuentan con estadísticas concretas ya que es mucho el trabajo que hacen y en verdad no llegan con los tiempos ni cuentan con colaboradores que puedan realizar estadísticas concretas. Afirman que la detección a tiempo salva vidas y se mostraron alarmadas ante los numerosos casos de mujeres de entre 20 y 35 años que han contraído HPV, una enfermedad de transmisión sexual que para los hombres no reviste riesgos pero que para las mujeres es factor determinante del cáncer de cuello de útero.
Durante la charla no faltaron los comentarios a cerca de la labor constante de esta institución en la prevención detección de enfermedades cancerígenas. “La ciudadanía responde muy bien a las campañas y colabora mucho…” dijo Graciela “… pero la realidad es que el trabajo es mucho y a pulmón”. Maria, en tanto, reafirmó que “de no ser por el trabajo desinteresado y gratuito de todos las-os integrantes de la comisión y colaboradoras-es no sería posible permanecer trabajando para la sociedad Villense”.
Destacaron que LALCEC es de Villa para Villa y que la tarea es gratificante cuando la gente de la ciudad valora la existencia de esta institución.
El camión nos hace pensar, a las mujeres, en nuestros cuerpos, en nuestras libertades, en nuestra calidad de vida, aunque sea por unos días, aún cuando tanto nos cuesta ocuparnos de nosotras mismas porque siempre habrá urgencias y prioridades que no seremos nosotras y porque además debemos lidiar con la burocracia hospitalaria, con la falta de recursos, con la falta de tecnologías para realizarnos los estudios necesarios y con conceptos culturales que siguen vulnerando nuestros derechos.
La presencia del camión también nos recuerda la falta enorme de compromiso del estado municipal, aunque no está de más sumar al estado provincial y nacional.
La falta de inversión para la salud pública. La ausencia absoluta del tema de género en las agendas políticas y por qué no decirlo la falta de solidaridad de los sectores empresariales y gremiales (que obtienen recursos económicos de los-las ciudadanos-as) que dejan a la vista que si una institución privada no lleva adelante una acción concreta por la salud de las mujeres nadie más lo hará.
Lamentablemente el camión de la mujer solo pasó unos días por nuestra ciudad y habrá que esperar algún tiempo para que regrese y será seguro de la mano y del esfuerzo de de LALCEC que con buena voluntad y pensando en la comunidad hará hasta lo imposible para volver a traerlo o para que en la ciudad haya un mamógrafo que funcione.
Entre tanto no podemos menos que reflexionar sobre la desidia constante que practican quienes dicen representarnos, quienes estuvieron taladrándonos los oídos con discursos “increíbles” y para quienes las ciudadanas sólo somos importantes a la hora del recuento de votos de las mesas femeninas.
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